lunes, 18 de septiembre de 2017

¿Tour de cine francés?... 21º Tour de cine francés: 2 de 7




¿Qué es el Tour de cine francés?

El tour de cine francés es una muestra de cine contemporáneo de origen francés, como el nombre lo dice. En ella se presenta la mejor selección del año, y consta de 7 películas, dicha tradición comenzó en el año de 1997. Como les había comentado en alguna entrada anterior, mi mejor amigo y yo, somos seguidores del Tour de cine francés, así que, hacemos circo, maroma y teatro para alcanzar a ver las 7 películas que ofrecen durante casi 6 semanas. Este año celebramos la edición número 21 de este tour, que es organizado por Nueva Era Films, Cinépolis, la Embajada de Francia en México y la Federación de Alianzas Francesas; y que se está presentando desde el 8 de septiembre hasta el 19 de octubre del presente año. Deben saber que a pesar que se presentan en todos los estados de la república, la duración en cartelera es volátil, así que deben estarlas cazando, de ahí la proeza para verlas todas, ya que solo las proyectan en las llamadas "salas de arte",  afortunadamente para nosotros los defeños, tenemos a la Cineteca Nacional, así que podemos hacer uso de ella también.  

Por otra parte, también tenemos la participación de IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía), la cual elige 25 cortometrajes mexicanos, y en cada película del tour se proyecta alguno de estos cortometrajes (al azar), seguramente no podrás ver todos los que se presentan, ya que solo son 7 películas, y podría tocarte cualquiera de los 25 en turno.

El viñedo que nos une/ Frantz

Ce qui nous lie/ Frantz

Iniciaré con estas 2 películas, que creo que son las más emotivas del tour, por distintas razones. No se las voy a platicar porque la cosa es que vayan a verlas, o que las consigan y disfruten de ellas, solo daré los por menores. 

El viñedo que nos une, nos presenta los obstáculos que atraviesan las familias para lograr vincularse y sanar heridas pasadas. Muestra como es que el destino de nuestras vidas no siempre está donde creemos o queremos, y que resolver el pasado, y liberar emociones, siempre da claridad a la mente y permite que tomemos mejores decisiones. Muchas veces, aunque no lo creamos necesitamos regresar al lugar que fue nuestra zona de confort, con la gente que nos conoce, y una vez más comprueba que el mejor aliado es el tiempo. Esta película tiene unos tintes humorísticos muy buenos, permite reflexionar sobre lo que esperamos de la vida, y reconsiderar qué estamos haciendo para obtener lo que deseamos de ella. Por si fuera poco, nos recrea toda la tradición viticultora de los vinos borgoñones.

En el caso de Frantz, es una historia de perdida, ambientada después de la primera guerra mundial. Aquí es la ausencia de un amor, de un hijo, de una estabilidad; vivir la crisis después de la guerra y los hechos que sin duda encarcelan al corazón. Esta historia tiene como 3 giros de tuerca, cuando crees que ya entendiste la historia, resulta que no es así, y cuando ya vas por el final, resulta que tampoco, es tan cambiante la trama y juega tanto con la imaginación, que no puedes evitar hacer expresiones en voz alta ante al sorpresa y desilusión de lo que esta sucediendo en la pantalla. Nunca queda claro si es una historia de amor o desamor. La verdad es que me sacó las lágrimas, tal vez, porque me identificaba con la protagonista, pero esa noche pensé mucho antes de dormir, sobre la existencia del destino, del amor, de la esperanza. ¿Todo está previsto?, ¿Cada situación nos lleva al momento indicado?, ¿Estamos viviendo lo que debemos vivir, ni antes, ni después, justo ahora?

Estaré publicando sobre películas de este tour, y haré una entrada especial para los cortometrajes que me hayan tocado en las proyecciones. 

Los invito a unirse a esta tradición, siempre es bueno ver algo que no sea Hollywoodense. Les dejo la liga para que chequen la cartelera: http://www.tourdecinefrances.com/

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Recomendación literaria: Los pecados de Philip Fleming (Irving Wallace)

Los pecados de Philip Fleming

"Las conversaciones sexuales, pensó Philip mientras observaba a los demás, siempre contribuyen a aumentar la intimidad de un grupo. Los presentes pueden tener ideas y creencias diferentes e incluso contradictorias, pero apenas se habla de vida sexual, las personas se sienten unidas y las reúne más esto que un secreto compartido" (Wallace, I.).


Fue un día que guiada por Claudia, mi amiga, me sumergía en las calles del centro de la ciudad de Tijuana (Baja California). Yo le había insistido para que me mostrara alguna librería de segunda mano, y ella, sin mucha resistencia, había accedido. Llegamos a una puerta con miles de stickers pegados en ella, y de pronto, se abrió. Era una pequeña casa que en lugar de tener muebles, tenía estantes con libros de varios géneros literarios; casi al concluir mi búsqueda, me topé con una mini sección de Irving Wallace. Conocía a este autor de tiempo atrás, gracias a una novela que había sido el regalo de un colega, y que por cierto, terminó siendo uno de mis libros favoritos, tal vez en otra ocasión les hable de ese titulo. 

De esta mini sección de Wallace, llamó mi atención un titulo en particular "Los pecados de Philip Fleming". A decir verdad, no necesité ojearlo, solo me convencí de que sería una buena compra, y así fue. A continuación, les daré la breve sinopsis, para que se animen a leerlo. 

Antes, he de cuestionarlos, ¿cuántos de ustedes no se han obsesionado con alguien?, ¿alguna vez han sentido la necesidad de dejar todo lo seguro y tranquilo, para ir a lo incierto y catastrófico?, ¿Han hecho lo impensable por compartir 5 minutos con esa persona especial, pese a que no sea lo correcto? O, sentir tanta atracción por alguien, que la ansiedad de no tenerlo cerca es casi mortal. Yo lo he sentido, y lo he vivido. 

Y justo, lo anterior, es aquello que en este libro se cuestiona todo el tiempo: moralidad y deseo; el bien y el mal. 

Philip Fleming, es un escritor de guiones cinematográficos, el cual, está esperando su momento de éxito. Es padre de familia, no muy ejemplar, y tiene un matrimonio complicado, como todos los matrimonios. Pero, un buen día, aparece frente a su puerta la mujer de sus sueños, Peggy Degen. No me parece tonto llamarlo "amor a primera vista", o deseo fatídico, al final, son sinónimos. Solo piensen en la situación que se desencadena, ante la irrupción de un nuevo y prometedor amor, en la vida de un hombre de familia "casi" ejemplar. He aquí cuando Philip comienza a enrolarse en una aventura donde intenta tener un amorío, librarse de su detestable matrimonio, alcanzar el éxito profesional, pero sobre todo, superar el obstáculo más grande al que se ha enfrentado, la disfunción sexual temporal. 

En sus breves 258 páginas, Wallace, nos hace espectadores de la aparente injusticia y tortuosa vida de un hombre que intenta hacer lo que desea, pero no puede. Te hace reflexionar constantemente en el ¿Qué haría yo? Pone en juego el impacto de las decisiones, acciones y repercusiones que a veces los hechos más insignificantes logran tener. Pero sobre todo, nos da la cuenta de la delgada linea que existe entre "el amor y el deseo".

Este libro, me ha dejando pensando en lo efímeros que son los sentimientos, lo agresivos que son las necesidades del ser humano, del yo social, del yo consciente y del inconsciente, o como explica Freud, ello, yo y superyó. He pensando, en cuántas veces hacemos realmente lo que queremos, y cuántas lo que debemos, y si esto nos ha hecho más o menos felices, prósperos, o asertivos. 

Es un libro que no pueden echar en saco roto, y cuando lo lean, y estén a punto de juzgar a Philip, siempre piensen en lo siguiente: "Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra".





jueves, 7 de septiembre de 2017

BANG GANG, ¿Historia de amor, o de reflexión?

BANG GANG: A MODERN LOVE STORY

Comenzaré diciendo que soy una gran espectadora del cine francés, me parece que siempre tienen un poco de todo en los guiones, risa, drama, amor, sexo, incertidumbre, y por esa razón es que cada año, religiosamente, mi mejor amigo y yo armamos un cronograma para poder ver todas las películas que se presentan en el ciclo de cine francés. 

En esta ocasión, ante la promesa de la mejor película de amor, y mayor aún siendo gran admiradora del cine francés, es que sometí todas mis expectativas a la película BANG GANG (no forma parte del ciclo de cine francés). Dicha película es el debut de la directora Eva Husson, y creo que para ser su debut, hizo lo necesario. Esta película, relata como es que el amor sale triunfante a pesar de las adversidades en las cuales se forja. Todo inicia en una escuela donde los alumnos son un tanto alocados, y en una de esas situaciones, donde llega el sentimiento de aventurero debido a las drogas, deciden jugar al BANG GANG, un juego de retos sexuales, de momento es tan hilarante que deciden hacerlo continuamente, hasta que un día, como todo en la vida, llega la factura, traducida en enfermedades de transmisión sexual. 

No puedo decir que ha sido la mejor película que he visto, no superó mis expectativas, pero si creo que de cierto modo, nos muestra algo que los padres de hoy en día se niegan a ver, y es que la sociedad vive una podredumbre tal, que los adolescentes buscan llenar vacíos en las acciones más absurdas, con consecuencias realmente considerables, como afectar su propia salud. 

Muchos dirán "eso solo pasa en Europa y en EEUA", pero lo cierto es que en México, tal vez, estamos peor, porque la necesidad de elevar el nivel de vida, ha hecho que los padres de familia se dediquen a proveer la casa, y desatender a los hijos, y dónde van a encontrar atención estos adolescentes, pues en otras personas, que no necesariamente les darán aquello que buscan, o no de la manera como debiese entenderse, y todo se resumen a una intensa necesidad de atención. 

No soy una mojigata, pero habría que reflexionar ¿hasta dónde va a llegar esta crisis social que estamos atravesando?, ¿qué estamos haciendo para salir a flote?, ¿solo nos estamos dejando llevar por la corriente?, ¿qué pasará con las siguientes generaciones?. Personalmente, estas preguntas me las hago día a día, sobre todo cuando veo a mis alumnos, y pienso que de ellos algún día dependerá mi salud, mi economía, y mi bienestar social.